Igual que los niños que están aprendiendo a leer, y leen letra a letra todo cartel o palabra que les pase pro delante de los ojos, me afano por "familiarizarme" con los documentos propios de lo que supone una evaluación y comentando con mi maestro de andar por casa uno de sus casos caí en la cuenta de que una buena programación es aquella que requiere la mínima adaptación posible.
Cuenta en clase con una niña prácticamente ciega, y como tutor recibe la visita de una persona de ONCE con la que revisa las necesidades de la niña, si necesita algún tipo de material especial...
Y como estoy "aprendiendo a leer", escucho "necesidad" y enseguida espero una adaptación curricular de esas de 1000 paginas tremendamente detallada... pero no, las necesidades de un niño con una discapacidad sensorial (en este caso visual) no tienen porqué repercutir en su nivel educativo.
A nivel académico esta niña puede perfectamente seguir las clases (bien es cierto que esta un poco sobreprotegida, y eso le influye en una falta de esfuerzo... como le podría ocurrir a cualquier otro alumno de clase), pero por lo demás sigue las clases perfectamente, y el maestro la hace intervenir como a cualquier otro. Está situada en la parte mas cercana a la pizarra, y cuando no ve algo no ha problema en que se levante y lo mire. Participa en grupo si es necesario, y la única distinción es que los de ONCE le han proporcionado un atril para que pueda estar mas cómoda.
Lección aprendida: una discapacidad física no tiene porque llevar adosada una adaptación curricular.
HOLA REBE...
ResponderEliminarUna vez más te diré que me ha encantado tu reflexión...realmente me ha hecho pensar y me hae dado cuenta de lo mucho que tengo en común con ese pensamiento inicial tuyo de que al toparnos con un alumno con necesidades especiales, lo primero que pensamos es en el estenso documento de adaptaciones curriculares que debemos realizarle...
También yo, me quedé sorprendida durante mi periodo como docente en el CENTRO ESCOLAR GAUDEM (del que ya he exlicado en mi Blog, al comprabar que los alumnos con discapacidad auditiva eran capaces de participar activamente en las clase ordinarias, junto con el resto de sus compañeros, sin suponerles mayores traumas. Son absolutamente capaces de llevar el ritmo de clase (incluso me atrevería a apuntar, que en ocasiones, eran ellos que por diversos motivos de formación destacaban más en ciertas áreas, aspectos o actividades que se proponian para la clase en general, y ellos mismos prestaban gran ayuda al resto de los compañeros. En esta ocasión, los alumnos generalmente cuentan con sus audífonos o implantes especiales, lo que les permite aguidizar y ejercitar su resto auditivo, con lo que les es más sencillo llevar el seguimiento de la clase. Igualmente, y por supuesto, algo totalmente necesario para conseguir este éxito y progreso; es la gran ayuda que presentan los interpretes de LSE que están permanentemente en las clase, junto con los tutores y se van dirijiendo a los alumnos con la necesidad, con el objetivo de asegurarse que siguen, comprenden y no se pierden en las explicaciones, y por tanto poder hacerles las explicaciones pertimemtes en las momnetos necesarios.
Pero a pesar de esta medida esencial e imprescindible, es increible (yo quedé totalmente sorprendida y entusiamada), el comprobar con el ritmo de la clase es absolutamente normal e igual para todos...por tanto, como tu bien reflejas Rebe..."no es imprescindible que una necesidad física lleve adosada una complicada adaptación curricular.
Para finalizar, comentarte que incloso estas situaciones FAVORECEN MUCHÍSIMO al resto de los compañeros que comparten sus clases con éstos alumnos, puesto que a su vez les educan en la comprensión y aceptación de las diferencias, en la tolerancia y el respeto, en la valoración de cada persona tal como es y con lo que cada uno necesita...y aún más, que no menos importante, a fuerza de compartir clases, momentos, situaciones...etc. con sus compañeros, a la fuerza están adquiriendo nuevos conocimientos en cuanto a comunicarse de en otra lengua diferente a la suya habitual (concretamente con el LSE), lo que los enriquece absolutamente y les aporta un aprendizaje muy importante y necasario, casi sin que éstos aprecien que lo están aprendiendo e integrando en su ser.
ES ABSOLUTAMENTE ALUCINANTE, ENTRAÑABLE E INCREIBLE, el comprobar como alumnos sin dificultades auditivas, son capaces de comunicarse, amplia y abiertamente, con sus compañeros con déficit de audición, sin que nadíe los haya enseñado nada explícitamente.
REALMENTE EL VERLO Y VIVIRLO, ES ALGO QUE TE MARCE, QUE TE TOCA EN LO MÁS PROFUNDO Y TE LLENA DE FUERZAS Y VALOS PARA SEGUIR IMPULSANDO Y LUCHANDO POR LA IDEA.