sábado, 19 de diciembre de 2009

De como el colegio marca el camino.


Fui al CP Miguel Delibes de Leganés y hasta pasados algunos años no me he dado cuenta de la importancia que tiene lo que se vive en la infancia cuando encaminas tus pasos profesionales.

Este colegio fue uno de los pioneros en la nueva corriente integradora que se inició al principio de los años 80.
Estrenamos el colegio en el año que hice segundo (1.985), y para los padres, neófitos en esa materia fue un shock saber que en las aulas de sus hijos iba a haber "niños raros”, niños “diferentes” y se les escuchaba decir cosas como “pobrecillos, si es que estarían mejor en un sitio especial para ellos, para que aprendieran lo pudieran…” y con la crudeza que da el hablar de lo que no se sabe, el claustro hizo una serie de reuniones para informar a los padres, para ponerles al corriente de cual sería la filosofía del centro (lo que hoy sé que es el Proyecto Curricular de Centro).
Se encontraban a menudo con estos padres preocupados, que no querían que esta situación afectara a sus hijos. Niños con sillas de ruedas, con déficit auditivos, de visión.... niños raros, que pensaban que eran un "cuadro difícil de digerir " para sus niños (¿o quizá para ellos?)

Pero debo decir que el claustro de maestros fue el pilar de este colegio, un motor que lleno de energía y compromiso, que con su esfuerzo y buen hacer logró que esos temores se esfumaran en pocas semanas.

Y hoy me encuentro en la tesitura de reconocer (algo mas que emocionada) que caigo en la cuenta de que han sido y serán para mi un referente, de vocación, de apertura de mente, de compromiso... haber sido parte de este colegio en el que forjé mis primeros pasos y aprendí las primeras palabras (cooperación, igualdad, justicia) y esas primeras palabras son las que ilustran los primeros valores, sobre los que construyes tu identidad.

Ojala que algún día yo también sea parte de un claustro como aquel.

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